En realidad, esta tarta, es una Galette de manzana con un crumble, o sea, una tarta para la que no necesitamos molde.
Cuando hace unos cuantos años, pusimos en casa televisión por cable, estuve enganchadísima a un programa de una cocinera italiana "La cocina de Viva", creo que se llamaba, que hacía unas recetas estupendas, muchas de ellas fusionando cocina mediterránea con americana, que era desde donde se emitía el programa.
Ahí vi por primera vez, preparar una tarta de este estilo, me pareció tan sencilla, apetitosa y diferente a todas las que yo había hecho hasta entonces, que no me lo pensé dos veces y al día siguiente, la preparé con la Masa Quebrada que uso habitualmente y con lo que más o menos recordaba del programa.
Nos gustó tanto, que ya es un clásico en casa y seguramente por aquello de no tener forma, se quedó con, Tarta "Amorfa" de Manzana.
Es una tarta crujiente, ligeramente ácida y especiada, que se suaviza al mezclarla con nata o yogur, que puede tomarse fría, aunque os recomiendo tomarla caliente, ya que el contraste entre la tarta y la crema fría, la hace deliciosa.
La extendemos en círculo y con ayuda del rodillo o doblándola en cuatro, la trasladamos a la bandeja del horno que previamente habremos forrado con papel de hornear (no hace falta engrasarlo), silpat o cualquier otro tipo de lámina antiadherente.
La extendemos sobre el centro de la bandeja y la reservamos en la nevera.
Precalentamos el horno a 180º C si es con aire o a 200º C, si no.
Pelamos y troceamos las manzanas, colocándolas en un cuenco, las rociamos con un poquito de zumo de limón para que no se oxiden y vertemos sobre ellas el azúcar moreno, la vainilla y las especias, removiendo bien para que todos los trozos de manzana se impregnen.
Echamos las manzanas sobre el centro de la masa que teníamos reservada y plegamos los bordes hacia el centro, como si fuésemos a hacer un saco abierto, dejando un espacio sin cerrar como de unos 15cm, más o menos.
Para hacer el Curmble, mezclamos en otro cuenco harina, azúcar y mantequilla fría, frotando entre las manos hasta que la mantequilla esté integrada, tenemos que conseguir algo parecido a migas de pan y cubrimos el círculo central con esta mezcla.
Introducimos en el horno, previamente calentado a 180º C, con aire, durante unos 20 minutos o hasta que veamos que está dorada.
Servir templada, acompañada de nata montada ligeramente azucarada o de yogur cremoso.
Nota: Yo utilizo manzanas reinetas del Bierzo, porque son de la zona, de excelente sabor y calidad, pero, podéis utilizar las manzanas que más os gusten, eso sí, procurad que sean ácidas, reineta, granny smith...
Cuando hace unos cuantos años, pusimos en casa televisión por cable, estuve enganchadísima a un programa de una cocinera italiana "La cocina de Viva", creo que se llamaba, que hacía unas recetas estupendas, muchas de ellas fusionando cocina mediterránea con americana, que era desde donde se emitía el programa.
Ahí vi por primera vez, preparar una tarta de este estilo, me pareció tan sencilla, apetitosa y diferente a todas las que yo había hecho hasta entonces, que no me lo pensé dos veces y al día siguiente, la preparé con la Masa Quebrada que uso habitualmente y con lo que más o menos recordaba del programa.
Nos gustó tanto, que ya es un clásico en casa y seguramente por aquello de no tener forma, se quedó con, Tarta "Amorfa" de Manzana.
Es una tarta crujiente, ligeramente ácida y especiada, que se suaviza al mezclarla con nata o yogur, que puede tomarse fría, aunque os recomiendo tomarla caliente, ya que el contraste entre la tarta y la crema fría, la hace deliciosa.
Tarta Amorfa de Manzana
Ingredientes:
Masa
- 1 porción de masa quebrada
- 5 manzanas reinetas (del Bierzo)
- 1/2 taza de azúcar moreno
- 1 cucharadita de canela molida
- 1 cucharadita de extracto de vainilla
- 1/2 cucharadita de jengibre molido
- 1 pizca de nuez moscada
- 1 pizca de clavo molido
- 1 pizca de pimienta inglesa
- un chorrito de zumo de limón
Crumble
- 4 o 5 cucharadas de harina
- 3 cucharadas de azúcar
- 40g de mantequilla fría
Preparación:
Hacemos una masa quebrada con los ingredientes y como se indica "aquí" .La extendemos en círculo y con ayuda del rodillo o doblándola en cuatro, la trasladamos a la bandeja del horno que previamente habremos forrado con papel de hornear (no hace falta engrasarlo), silpat o cualquier otro tipo de lámina antiadherente.
La extendemos sobre el centro de la bandeja y la reservamos en la nevera.
Precalentamos el horno a 180º C si es con aire o a 200º C, si no.
Pelamos y troceamos las manzanas, colocándolas en un cuenco, las rociamos con un poquito de zumo de limón para que no se oxiden y vertemos sobre ellas el azúcar moreno, la vainilla y las especias, removiendo bien para que todos los trozos de manzana se impregnen.
Echamos las manzanas sobre el centro de la masa que teníamos reservada y plegamos los bordes hacia el centro, como si fuésemos a hacer un saco abierto, dejando un espacio sin cerrar como de unos 15cm, más o menos.
Para hacer el Curmble, mezclamos en otro cuenco harina, azúcar y mantequilla fría, frotando entre las manos hasta que la mantequilla esté integrada, tenemos que conseguir algo parecido a migas de pan y cubrimos el círculo central con esta mezcla.
Introducimos en el horno, previamente calentado a 180º C, con aire, durante unos 20 minutos o hasta que veamos que está dorada.
Servir templada, acompañada de nata montada ligeramente azucarada o de yogur cremoso.
Nota: Yo utilizo manzanas reinetas del Bierzo, porque son de la zona, de excelente sabor y calidad, pero, podéis utilizar las manzanas que más os gusten, eso sí, procurad que sean ácidas, reineta, granny smith...